El INE hace pública la encuesta de empleo de las personas con discapacidad (EPD) del año 2019
Como cada año, el pasado 16 de diciembre el Instituto Nacional de Estadística (INE), publicó los últimos datos correspondientes al ejercicio 2019 del Informe de Empleo de las Personas con Discapacidad, en las que se sigue incluyendo a las personas con trastorno mental, sin diferenciar discapacidad de enfermedad mental.
Tasas de empleo y actividad.
Una vez más y siguiendo la línea que viene ocurriendo desde años anteriores, se observa como las tasas de empleo y actividad del colectivo de personas con discapacidad arrojan resultados significativamente inferiores que la de las personas sin discapacidad.
Mientras que el crecimiento de la tasa de empleo para las personas sin discapacidad fue de un 1% entre el año 2018 y 2019 (de 65.9% a 66.9%), para las personas con discapacidad este crecimiento fue 10 veces menor, creciendo tan solo un 0.1%, pasando de 25.8% a 25.9%.
Tasa de actividad y empleo según el tipo de discapacidad
En lo referente a las tasas de actividad según el tipo de discapacidad, se puede observar como en el colectivo de personas con problemas de salud mental se produjo el segundo mayor descenso, con una variación del 1.3% respecto al año 2018, situándose la tasa de actividad en el 27.8%. Todo ello se suma además a que de nuevo la tasa de actividad en este colectivo es la más baja entre todos los tipos de discapacidad recogidos.
La misma dinámica que en la tasa de actividad de las personas con problemas de salud mental se observa en la tasa de empleo. Dónde respecto a 2018 esta cifra ha caído un 0.7% situándose en un valor de 16.9%, de nuevo el valor más bajo de tasa de empleo entre todos los colectivos con discapacidad.
Por todo ello, desde ISEM y sus entidades se promueven proyectos e iniciativas relacionadas con el empleo, como es el caso del Proyecto CESEM (Competitividad para la Economía Social en el ámbito de la Enfermedad Mental.), cuyo objetivo general ha sido la mejora integral de la competitividad de las empresas de la economía social vinculadas al empleo de personas con enfermedad mental, que surgió de un análisis de necesidades llevado a cabo a lo largo de 2017 por los miembros de ISEM.